Sigue sorprendiendo a mucha gente que de pronto los artistas sueltan ese lado, “humano”, en el que actúan con enojo y todo lo contrario a la glorificación que se les tiene en las redes sociales, y es ahí, justo en ese momento, cuando pierden el cariño de miles por una situación que alguien grabó o fotografió. Eso le pasó a Bad Bunny, quien corrió a su Twitter a defender lo que él mismo había hecho: arrojar el teléfono de una joven que se encimó al artista mientras se grababa un video en modo selfie junto al artista musical más taquillero de 2022.
En el mundo del entretenimiento hay una serie de “reglas no escritas” de lo que se debe o no hacer con un artista. Por décadas se defendía mucho una postura en el mundo del backstage que dice que, “no debes pedirle fotografías a un artista porque estás trabajando”. Hace muchos años era muy vistoso hacer esto, tenías que llevar toda una cámara fotográfica para que ocurriese el retrato, pero hoy solo deslizas un teléfono de tu bolsillo, entras a la aplicación de foto, haces un selfie y continúan todo. ¿Cuánto tiempo te quitas a ti y al artista para hacer eso? No más de 7 segundos, si es que los nervios no te ganan. La mayoría de los aristas disfrutan conocer a sus fans, otros no mucho, pero como en todo, la comunicación es clave.
Para mí no tiene nada de malo conocer a un artista y pedirle una fotografía. Hay varias que atesoro con los años, porque representan momentos de mi vida donde pasaron cosas increíbles, y seguirá siendo así. En su momento conocí y platiqué con Avicii, y después nos tomamos una fotografía. A la fecha es una de las fotos que más gusto me da ver con el tiempo. En otro momento me invitaron a un concierto con Usher donde él mismo se estaba divirtiendo con los fans que le pedían fotos, y dijo, “a ver, ¿y si yo les tomo fotos también a ustedes?”. Tomó su iPhone y comenzó a recorrer el espacio de la alberca donde estábamos para tomarle fotos a los fans, pero a su vez aprovechó para después tomarse fotos con quienes quisieran. Para todo hay oportunidad, modos y formas.
Bad Bunny es la sensación hoy en día, le debe el 100% de su carrera al éxito que ha tenido a través de las redes sociales, quienes no paran de hablar de él en TikTok, Instagram, Facebook, YouTube, Twitter, lo escuchan por millones al día en el mundo en Spotify, Apple Music. Es un artista de lo digital, para la audiencia digital. Mucho de esto es lo que lo separa y pone en la constante crítica de, “ni es artista, no sé qué le ven”, que muchos aclaman, porque hay diferentes generaciones que vieron la construcción de artistas estilo Michael Jackon nacer en un entorno donde no habían redes, versus lo que hoy vemos de alguien como, Benito. Es este quien incluso en múltiples canciones, como en, Titi Me Preguntó, canta, “Vamo’ a tirarno’ un selfie”, para sentirse bien, “VIP”.
¿Entonces le gustan o no le gustan las selfies a Bad Bunny? Claro que le gustan, y muchísimo, porque sabe hoy en día quién es, lo que representa y lo que puede hacer a través de las redes sociales. Sabe que mueve muchísimo, y que hoy está en una posición tan privilegiada que puede salir a arrebatar teléfonos de su cara y tirarlos, porque miles lo secundarán, “está en su derecho, él ya lo ha dicho en diferentes entrevistas”, como si todos debiéramos hacer la tarea de buscar todas sus conversaciones para entender que a él no le gusta que le tomen fotos sin antes saludarlo. Su “defensa”, es muy innecesaria, porque si bien él quisiera gozar de un espacio personal más amplio, justo para eso contrata a tanto equipo de seguridad a donde se presente, y son este equipo quienes deberían tener un mejor manejo de las masas que tanto quieren conseguir un momento con él.
Me parece muy exagerada la postura que toma, que quiere suavizar que hará siempre un gesto agresivo contra los teléfonos o lo que sea que le acerquen, si no es un saludo. ¿De verdad Benito se va a tomar el tiempo de acercar con calma y tiempo a que cada fanático lo salude primero, le pregunte algo? Cuando el 99% de los encuentros que tiene con fans son esporádicos, mientras él corre a una van, a un camerino, pasa entre la multitud en canciones, pero no está teniendo un 1 a 1 con los fanáticos como para gozar lo que él mismo le gustaría tener, pues no parece por ahora que fomente tampoco estos espacios de calidez y contacto humano que tanto le gustaría que hubiesen. Por otro lado, tampoco se espera que todos los fanáticos guarden la compostura ante la emoción de ver a uno de sus artistas favoritos, que quizá en el rush de adrenalina, nunca esperarían conservar la calma de saber que están conociendo a un personaje histórico en la música.
Reitero, para todo encuentro, hay maneras y formas. Benito no sabe por ahora canalizar lo que él mismo predica, los fans tampoco están obligados a conocer toda su personalidad antes de acercarse a él. Lo que es seguro, es que escalará, porque la euforia que hay alrededor de él sigue en crecimiento, y esto no cambiará pronto ni para él, ni para muchos artistas que hoy en día están en la gloria.
Trino Treviño – @trinodj en todos lados