Es MUY alta la cantidad de veces que he escuchado a mis colegas DJ decir que están cansados de intentar o seguir el camino de la música. Conozco a varios que con un talento increíble han desertado la carrera por el poco reconocimiento y oportunidades que tuvieron para mostrar su música al mundo. Muchos, entiendo, lo intentaron dentro de su mente pero en lo exterior vi poco esfuerzo por lograrlo.
Las horas que uno pasa en el estudio son igual de importantes que las horas que uno pasa fuera de él para mostrarle al mundo, como sea, que se puede conectar con la gente a través de la música. Pensamos mucho que la única fórmula está en ser parte de las playlist más importantes en plataformas como Spotify o Apple Music (al menos para ilustrar a dos grandes titanes del streaming), pero a veces se nos olvida que siguen existiendo mil y un caminos para lograr que tu música la descubra la gente.
Hoy hay una gran cantidad de canales en los que se puede conectar con la gente en el mundo. Sea que produzcas videos para YouTube, subas historias en Instagram, hagas un contenido que tenga conexión con el público joven de Tik Tok, te presentes antes de algún artista dentro de un festival, o conozcas a alguien a quien le entregas tu música y ese alguien sea el responsable de hacerla llegar a las manos correctas, las oportunidades son infinitas. ¿Cuál de todas estas has intentado? Si acaso estoy seguro que muchos dicen que han mandado algunos correos a sellos discográficos o puesto a correr alguna pauta dentro de Facebook, pero siguen sin realmente empujar su música hacia la gente. La apatía es uno de los frenos más poderosos que puede tener el artista, además del miedo a la crítica, hoy en un mundo donde estamos tan expuestos por las redes sociales, donde hay que parecer más que ser alguien que, “encaje”, entre el mar de influencers.
El único gran secreto para destacar es continuar en creer en tu propia esencia y camino. Hay muchos que quieren seguir los pasos de quienes ya triunfaron y no se dan cuenta que la gente no quiere dos veces lo mismo de uno. Hay un Apple, hay un Android, hay un Paul McCartney, hay una Lady Gaga, queremos a los que están por lo que son, no nos interesa mucho conectar con lo que se parece a. Hay quienes logran aún así encontrar un lugar como en ser los segundos, terceros y cuartos en imitar los estilos, pero ser quien puso la diferencia aunque parezca complicado, es tan sencillo como sentarse con uno mismo a saber quiénes somos.
Todos tenemos una historia y vida, nos criamos en familias diferentes, ciudades distintas y nos gustan un sin fin de cosas. No somos los mismos unos a los otros, coincidimos por el gusto a la música y su enorme poder emocional. ¿Cuál es la historia que estás contándole al mundo que viene desde tu corazón?
Si crees que has intentado todos los caminos para hacer que el mundo te escuche, estoy seguro que no ha sido así. No te frenes por las opiniones, hay que atreverse a ser y exponer nuestra propia historia.
Esta es una canción que hizo Avicii en un 2006. Nadie lo recuerda por esta canción, pero si no la hubiese intentado hacer y a su vez exponer, nunca hubiera llegado a ser el legado que hoy nos dejó al mundo.
Trino Treviño – @trinodj