Esta canción es el más reciente sencillo de Gorillaz en camino a su próximo álbum de estudio, Cracker Island. El tema está creado junto a la voz del cantante, Adeleye Omatoyo, quien ya ha trabajado con ellos en el pasado en el proyecto de The Humanz Choir. La voz acompaña la increíble producción y ejecución de instrumentos que hace la banda en este sencillo que refresca el panorama auditivo tan atascado en los últimos meses. Recuerda mucho el por qué Gorillaz son lo que son, con un sonido melancólico, pasional y a su vez, inspirador.
