Se sabe que TikTok ha revolucionado al mundo de la música de una manera que quizá no se veía desde la época en que las grandes televisoras como MTV o estaciones de radio lograban posicionar los éxitos musicales. La única diferencia es que en aquel entonces, grandes disqueras pagaban grandes cantidades de dinero para que su video apareciera múltiples veces, rara era la posición en la que la televisora “defendía su línea editorial” para programar un contenido en el que realmente creyeran. La radio se vició a tal grado que quien pagara más, se escuchaba más tiempo al aire. De ahí nació el ya conocido término de la, “payola”, que tanto se ha conocido y hasta hoy en día existe en otras formas con plataformas de streaming.
Hoy ya no son del todo estos equipos editoriales quienes como tal posicionan y logran los éxitos, que aunque bien, controlan a su modo las grandes playlists y recomendaciones que los algoritmos de las plataformas ofrecen, fungen más como catalizadores de lo que la misma gente impone a través de sus usos y costumbres. Las grandes apps y tiendas digitales, tienen la posibilidad de medir y registrar las tendencias en tiempo real. Si hoy todos decidimos que vamos a escuchar a Pitbull una y otra vez, las plataformas se darán cuenta que algo está pasando en el gusto de las personas y algunas, irán más lejos para descubrir el porqué de esto.
Estos días ha pasado algo que me tiene fascinado como análisis mediático, de industria musical y como buen caso de estudio. Recién grabamos un episodio del podcast, Phonostream, donde platicábamos sobre cómo la serie de Netflix, Wednesday, volvió a posicionar a Lady Gaga en las tendencias musicales, no que nunca lo esté, pero lo curioso es que pasó con una canción de la cantante que no era tan conocida por la mayoría del mundo. Bloody Mary pasó de ser una canción que en Spotify tenía menos de 9 millones de reproducciones, que para el promedio de alguien como Gaga, que rebasa los 100 millones en cualquiera de sus canciones, parecía ser una canción más de culto, que está dentro de su álbum, Born This Way, publicado en el 2011. Lo más importante de esta historia es que la canción de Gaga no es parte del soundtrack oficial de la serie, sino que fue colocada en su versión, “speed up”, donde se aceleró por completo el tema para ponerlo en “high pitch” y presentarlo sobre una editada fugaz de la danza que hace el personaje, Wednesday, mientras asiste a un baile escolar. Quizá son los pasos, “poco convencionales”, que realiza en la pista de baile, quien la misma actriz, Jenna Ortega, comenta en entrevistas que fue un baile un tanto improvisado, producto de ella misma estar analizando contenido de cómo bailaba la gente, “rebelde, punk”, en los 80, además de hacer un pequeño tributo al baile de la Wednesday de 1966 en Los Locos Addams. Algunas personas suelen conectar muy bien estas referencias en su mente y por eso resulta natural asociar a Lady Gaga con un baile como el de Wednesday. Ha sido esta super estrella del pop quien ya subió en su cuenta oficial de TikTok la misma coreografía improvisada de Wednesday, mientras se presenta a la usanza de la serie.
Quienes tienen control sobre la música de Lady Gaga en Spotify, tramitaron en tiempo récord un permiso con Netflix para poner el video de Wednesday en formato Canva para que veas un pequeño video de estos pasos sobre la canción, Bloody Mary. Pasará a la historia como una canción que el groso de la población que haya visto estos contenidos, siempre recuerde esta canción, no oficial en la serie, con el baile.
En la escena electrónica es normal que los DJ hagan canciones y no las publiquen por mucho tiempo. Esto le pasó a David Guetta quien desde 2017 se había sentado en el estudio junto con Bebe Rexha, una compositora que no quería como tal aún despegar como cantante, pues aún dudaba si esa era la vida que quería a nivel profesional. Grabaron en su momento un reinterpretación de la canción, “I’m Blue”, del grupo italiano, Eiffel 65, uno de los proyectos más simbólicos de la escena eurodance de finales de los 90. La comunidad DJ siempre es pequeña y fácil de comunicar unos con los otros, así es como David contactó a los compositores originales de la obra, uno de ellos Gabry Ponte, uno de los DJ italianos con más actividad en el mundo actualmente. Ellos estaban felices de que Guetta quisiese tomar su obra y presentarla en otro formato para los festivales. Grabaron la canción y Guetta solo la presentó en festivales, uno de ellos el Ultra Music Festival de Miami.
Este festival tiene una de las transmisiones más visitas a nivel global cuando ocurre en vivo. Gente de todo el mundo quiere estar ahí y vivirlo al momento, por eso Ultra ofrece algunas de las sesiones en modo gratuito para que sea posible que se viva esta experiencia por más fanáticos que los que están en el Bay Front Park de Miami. Poco sabrían ellos que unos años después, un fan de David Guetta recordaría esta sesión para extraer la versión de I’m Blue y enseñarla al mundo a través de TikTok. En este tiempo, tanto Guetta como Rexha, ya habían continuado con sus carreras sin pensar más en esta canción que se quedó en un disco duro. La gente una vez más tuvo la voz sobre el gusto de esta canción y empezaron a escribirle a ambos artistas que cuándo iban a publicarla. Fue la misma audiencia quien una vez más, pasó a gol el éxito a la mano de quienes lo habían ya creado. En poco tiempo Guetta volvió a entrar al estudio para darle los últimos toques a la canción y presentarla una vez más al mundo bajo el título, “I’m Good (Blue)”. Lo demás es historia. Hoy tiene más de 500 millones de reproducciones en plataformas de streaming.
¿Habrá que seguir las tendencias de “los medios” o escuchar más a la gente? Me parece la respuesta es obvia.
Trino Treviño – @trinodj