Cualquier DJ que se respeta para evento privado, le parecerá como CERO reto tocar por siete horas seguidas, pero hacerlo sobre un escenario principal en un festival en Transylvania (de donde es el Conde Pátulo, para mis amigos noventeros), sí es un gran desafío.
Armin van Buuren, un DJ que encanta de romper sus propios límites, hizo hace poco una sesión de siete horas. Vaya, casi un Armin Only. Él que es de los que siguen acostumbrados a narrar por largas horas su música, como la vieja guardia aún lo ejecuta, gozó hasta el último minuto de esta fenomenal experiencia que termina al amanecer.